Porque dejamos de tocarnos las manos
De sentir esa flor que caía de tu pelo
Yo tan lejos y tu tan cerca, te sientes repudiada por mi
Te sientes a miles de metros caminando en puntas
Para no dañarme…
Desconcertada estas, pulverizada de pies a cabeza
Y mi incesante forma de acercar
Te deja arrollada en la carretera
Y yo, la maldita laguna
Sin poderte buscar.
Acá me encuentro…
Coloreando la posible forma de los labios
Conduciéndome a lo que he olvidado,
A lo inquietante del asunto
Entonces gritas las palabras que yo arroje
Que yo borre de tu boca, como una ventana
Que no quiere dejar entrar
Las voces que vienen del viento.