sábado, 2 de abril de 2011

No quiero desenterrar mis muertos

En el fuerte suspenso del día, me enrabio conmigo misma con esa mirada que se devuelve…

Me mantengo firme en esta cuerda, decidida a pasearme con mi orgullo y mi esencia…
Las miradas me sofocan, la presencia es petulante… ¿Pero yo puedo ser más fuerte? Espero que sea así.

Conforme con el sentimiento de recibir, me paseo con un aparato en mis oídos, pensando que ese sonido de rebeldía me lleve a un destino, mejor dicho, al infierno mismo.

La lluvia para en el momento que me refugian los manantiales, en el momento que corto la cascada de confusión que cae por mi cabeza, la corto, literalmente, es un sentimiento de rabia que para en el momento que siento los filos y así aparecen las nubes posando para la foto.

Mirando el cielo, todos juntos, como una linda familia… sus palabras, sus gestos de buena compostura, todas esas cosas me alejan de el… pero no puedo evitar admirar su superficialidad.

El infierno interno es más real de lo que pueden mostrar los cristales y un leve sentimiento de desenterrar mis muertos se hace presente y me confunde.

Hasta el momento desentierro los recuerdos , esos que me hacen pensar que el papel ha sido mi fiel amigo.

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